Si me pagaran un millón de dólares por este poema,
trataría de terminarlo enseguida.
Escribiría en dulces billetes verdes
y los echaría al viento
para que todos me leyeran.
Si me pagaran un millón de dólares por este poema,
los padres comprarían a sus hijos mis libros...
y les obligarían a estudiarlos.
Si me pagaran un millón de dólares por este poema,
tendría vino hasta el último día de mi vida.
Si me pagaran un millón de dólares por este poema,
me ofrecerían actuar en un anuncio de televisión
diciendo: "Haga poesía".
Si me pagaran un millón de dólares por este poema,
podría aconsejar...
que el éxito se logra con esfuerzo,
mientras me rasco las axilas en mi cama.
Si me pagaran un millón de dólares por este poema,
me callaría la boca...
para siempre...
... para siempre.
Raúl Núñez (Buenos Aires, 1946)
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