Pues no sé dónde lo he puesto...
Llevo todo el día buscando,
y nada.
Aunque para ser del todo sincera
no ha sido un día, no:
¡hace ya años que lo echo en falta!
Eso sí, mientras lo buscaba,
he encontrado la tapa del mando,
y aquella amiga que un mal día desapareció.
Han aparecido incluso
tres países africanos
(y mira, creí que ya no existían),
un primer beso
(¿un? ¿el?)
y un viaje a Madrid.
he encontrado la tapa del mando,
y aquella amiga que un mal día desapareció.
Han aparecido incluso
tres países africanos
(y mira, creí que ya no existían),
un primer beso
(¿un? ¿el?)
y un viaje a Madrid.
¿Estará debajo de la cama?
La última vez que vi allí
sólo había una pila de sueños
polvorientos
y unos cuantos nombres desgastados.
¿Lo habré soñado?
Pero no:
recuerdo su tacto, su olor,
su peso,
su índice extraño,
la hoja que un día arranqué
porque no decía más que mentiras
que luego fueron verdades
(que siempre fueron verdades, y yo ignorante).
Pero ¿dónde habré puesto
el maldito manual de instrucciones?
¿Cómo voy a interpretar yo ahora la vida?
.
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