La creciente tendencia a guardar la información digital en páginas web reporta numerosas ventajas pero exige tomar precauciones para garantizar la privacidad
Antes de que la revolución eléctrica alumbrara los hogares con tan sólo pulsar un interruptor, sin que importara dónde se generaba esa electricidad ni cómo llegaba hasta los distintos hogares, los domicilios disponían de su propio generador eléctrico. Actualmente, la informática vive una evolución similar. Cada vez es más habitual que los usuarios tengan documentos, vídeos, fotos o incluso sus programas informáticos, como procesadores de texto o editores de imágenes, no en su ordenador doméstico, sino en servidores externos a los que pueden acceder con facilidad con sólo teclear una dirección en cualquier navegador. El sistema 'nube de computación' ('cloud computing') está haciendo que la línea entre nuestro ordenador e Internet sea cada vez más difusa.
Hasta hace pocos años toda la información utilizada por el usuario se almacenaba en el disco duro del ordenador y, como excepción, se utilizaba Internet para enviar archivos de un ordenador a otro. Pero en estos momentos, canciones, películas o archivos se pueden 'subir' a los servidores de servicios como Youtube o Flickr, de manera que el disco duro se vacía con rapidez. De esta manera, el ordenador deja de ser el centro de la actividad digital del internauta para convertirse en el vehículo de acceso a los distintos sitios web donde se guarda y se comparte la información con otros usuarios.Principales ventajas
Subir fotos y vídeos a servicios como Flickr (que sirve para crear y compartir álbumes de fotos on line) y Youtube (cuya finalidad es idéntica pero con vídeos) o a una red social como Facebook tiene muchas ventajas. Por un lado, descarga el disco duro del ordenador, de manera que permite destinar este espacio a otros archivos que puedan ser más importantes como los relacionados con el trabajo. El disco duro tiene un espacio limitado, mientras que los servicios web ofrecen en su conjunto una capacidad de almacenamiento casi infinita. Esta práctica garantiza a su vez que siempre que el ordenador sufra algún daño o destrucción parcial la información no se vea afectada porque se guarda en otro lugar. Ejercen, en muchos casos, de copia de seguridad. Por otro lado, los servicios de correo web como Gmail, Hotmail o Yahoo! Mail, que destacan porque guardan todos los correos enviados y recibidos con los archivos adjuntados en ellos, o Zyb, que también almacena todos los contactos de teléfono y direcciones de correo electrónico, aseguran que gran parte de la información sensible del usuario no se perderá. Lo mismo sucede con Flickr y Photobucket para las fotografías, o con suites ofimáticas como Google Docs o Zoho, donde se puede guardar y trabajar sobre toda suerte de documentos escritos con sólo apretar un botón.
Otra ventaja que conlleva guardar la información en las plataformas de la Red es que se encuentra más accesible, con independencia del lugar en el que se halle el usuario y sin necesidad de cargar con el ordenador doméstico. Basta con utilizar el equipo informático de un amigo, el de un cibercafé e, incluso, de un móvil y llegar a la información guardada on line. Los datos almacenados en el ordenador sólo se pueden consultar desde el propio ordenador, pero a la 'nube' se puede llegar desde cualquier aparato con conexión a Internet.
Por último, este sistema también proporciona la posibilidad de compartir los archivos con otros usuarios. Basta con enviar una clave de acceso al servicio a nuestros contactos para que ellos entren y disfruten de los vídeos, se deleiten con las fotografías o escuchen canciones. Los internautas pueden buscar lo que les interesa y se evita así sobrecargar el ancho de banda con pesados archivos que ralentizan la navegación. En lugar de enviar por email las fotos de las vacaciones a todos los amigos y familiares, el usuario puede limitarse a indicarles dónde encontrarlas. Eso sí, protegidas con una clave para que sólo ellos puedan verlas.
Cuidar la privacidad
Aunque sus ventajas son indiscutibles, estos servicios que facilitan el acceso a la información no están exentos de riesgos y conviene tomar precauciones, sobre todo, en el ámbito de la privacidad. No hay que olvidar que cuando se utilizan las llamadas plataformas de la Internet Social para guardar y compartir información se confía esta misma información a terceras empresas. Son ellas las que deben garantizar mediante contrato que no harán uso ilícito de los datos y la información privada que se les han confiado, ni la venderán para fines publicitarios (spam) o de otra índole. Antes de publicar algún dato en estos servicios, conviene leer con detenimiento las condiciones de uso.
Bajo la premisa de que toda precaución es poca, la mejor medida de seguridad que se puede aplicar es el sentido común. Hay que ser conscientes de que la información guardada en un determinado servicio puede poner en peligro nuestra privacidad, así como violar los derechos de otras personas. Por norma, se recomienda no subir sin pedir permiso de los afectados o protagonistas archivos que no sean propiedad del usuario, afecten a la imagen de otras personas o estén sujetos a licencias de uso restrictivas.
Servicios especiales
Existen determinadas plataformas diseñadas con la función específica de hacer copias de seguridad del disco duro del usuario. Además de ofrecer sus servidores para subir archivos permiten sincronizarlos de manera automática con la información que se halla en el ordenador, de forma que cualquier cambio queda reflejado en la copia de seguridad. Son servicios muy seguros y la probabilidad de que los datos sean robados es mínima. La mayoría disponen de una versión gratuita básica, con límite mensual de subida y almacenamiento, y otra versión de pago que ofrece almacenamiento ilimitado y la posibilidad de subir un mayor número de archivos al mes. Los más destacados son Drop Box, Wuala, Mozy y Windows Live Mesh, integrado dentro del servicio Windows Live de Microsoft.
Artículo publicado en Eroski Consumer
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