20/05/14

Entrevista a Jordi Sierra i Fabra

El templo de las mil puertas entrevistou a este autor que tanto vos e nos gusta, un dos máis editados e lidos en castelán:

En 2008 entrevistamos a Jordi Sierra i Fabra por primera vez. En 2012 se cumplieron cuarenta años de su carrera literaria y acababa de publicar su libro número cuatrocientos. Y ahora, que estamos a punto de terminar el 2013, volvemos a entrevistarle para que nos cuente qué ha pasado en estos cinco años: sus libros publicados, sus fundaciones, los premios ganados (entre ellos, el Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil 2013) y muchas cosas más.

Háblanos de tu fundación en Colombia. Cuéntanos qué es lo más gratificante de haberla fundado y cuáles son algunas de sus funciones.
El 10 de noviembre de 2004 puse en marcha mis dos Fundaciones. En la de España no hemos tenido un Centro Cultural, un espacio físico, hasta este 2013, y para ello tuve que ganar un premio literario gordo, el Torrevieja, con 360.000 euros, y así poder comprar un local. Luego me he arruinado arreglándolo, dotándolo de fondos, etc., pero sé que ha valido la pena. Ahora tengo una biblioteca pública (un sueño) y una exposición permanente con toda mi vida al alcance de quien quiera verlo, investigar sobre mí o curiosear. Eso aparte del premio literario y la revista gratuita online http://www.lapaginaescrita.com.
En Colombia por suerte todo fue más rápido, porque contamos a los pocos años con ayudas importantes, como el Banco de Colombia o la alcaldía de Medellín. Cuando yo llegué a Medellín, el alcalde Sergio Fajardo destinaba el 60% de su presupuesto municipal a cultura. Asombroso. Gracias a eso Medellín pasó de ser la ciudad más violenta del mundo a no estar ni entre las 30 primeras. Un logro. Y nosotros hemos sido parte de ese milagro, como lo prueba el Premio Ibby-Asahi de Promoción de la Lectura que recibimos en 2010, el más importante del mundo en la materia y compitiendo con proyectos de Estados Unidos, Japón, Canadá, México y otros.

Empezamos la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra tres personas. Hoy somos casi cien, y el próximo año llegaremos a 120 porque se nos ha encomen-dado organizar nada menos que la Feria del libro de la ciudad y todos los actos culturales de Medellín. Actualmente atendemos de una forma u otra (talleres, seminarios, etc.) a unos 115.000 jóvenes al año, y estamos repartiendo entre 45.000 y 50.000 libros creando y llevando bibliotecas de 400 libros a pueblecitos repartidos por las montañas en los que nunca han visto un libro. Libros que se llevan en burro, en canoa, a pie, por zonas donde aún actúan la guerrilla o los paramilitares. Por suerte a nuestros chicos nunca les ha pasado nada.
En Colombia hay ciudades de 100.000 habitantes sin librerías, lo cual contrasta con la gente, que además de amable y maravillosa es muy culta. No en vano es el país de García Márquez. En España nunca he contado con ninguna ayuda, todo sale de mis ventas como escritor; allí en cambio se trabaja por y para la cultura. En España ningún banco ni millonario hace como en Estados Unidos, donde existe el gen de la solidaridad y se da mucho dinero a Fundaciones y estamentos culturales; allí el Banco de Colombia nos da cerca de tres cuartos de millón de euros al año para el Proyecto de Las Letras van por Colombia. Es, sencillamente, otro mundo. ¿Gratificante para mí? Lo más. Yo he llorado cuando un niño de siete u ocho años me ha abrazado dándome las gracias por regalarle un libro. Un niño descalzo de una escuelita de montaña, a 3.000 metros de altura. Y cuando en una cárcel de niños doy una charla y me leen, sé que les estoy dando la llave de su libertad. Todo comenzó como algo pequeño y ahora somos una potencia cultural. Claro que cuento con un verdadero crack, el director, Juan Pablo Hernández, y un equipo de gente muy, muy joven, dedicado a trabajar por hacer de su ciudad y su país un lugar mejor. Todos entienden que sólo la cultura evita la barbarie. Tendríamos que aprender mucho de ellos. Y por eso digo que por cada libro mío que se piratea ilegalmente aquí, habrá un niño en Colombia o en España que se quedará sin nuestra ayuda.

 

Desde que te entrevistamos, has ganado diez premios literarios más, de toda índole, tanto nacionales como internacionales. ¿Hay alguno que te haya hecho especial ilusión o que lo hayas recibido en alguna circunstancia especial?
Todo el mundo sabe que soy competitivo, y muy crío. Si no tengo un premio, es como el niño al que le falta un cromo y voy a por él. Otra cosa es que lo consiga. Me encanta el morbo de los premios, mandar un libro, esperar, y ganar o perder no es más que parte del juego. No pasa nada. Por ejemplo, el Barco de Vapor lo gané después de presentarme siete u ocho veces en 30 años, y no me cuesta nada reconocerlo. Pero lo conseguí.
De los últimos que me han dado… claro, está el de La Galera, porque el jurado los forman 240 chicos y chicas de toda España, y el Anaya, porque la novela Parco es una de mis favoritas y un desafío personal como escritor, y qué decir del Torrevieja, cuyo importe me permitió comprar la sede de la Fundación de Barcelona.
Pero a la postre los que más pesan son los que ya, por edad, por años, por carrera o por méritos, te conceden honoríficamente. En este sentido el Cervantes Chico fue especial, y más lo ha sido el Iberoamericano 2013, que premia además mi vinculación con América Latina y el peso de mi obra en todo el continente.

 

De Jordi Sierra i Fabra recomendamos tódolos libros deste enlace. A por eles!

 




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