04/04/14

El curioso incidente del perro a medianoche - Páx. 99


Co gallo do Día Mundial de Concienciación sobre o Autismo, publicamos este venres varios fragmentos dunha marabillosa novela cun protagonista autista. 
No vola perdades! Paga ben a pena!


HADDON, Mark. El curioso incidente del perro a medianoche. Barcelona: Salamandra, 2004. ISBN 978-84-7888-910-5.

Contracuberta:

El curioso incidente del perro a medianoche es una novela que no se parece a ninguna otra. Elogiada con entusiasmo por autores consagrados como Oliver Sacks e Ian McEwan, ha merecido la aprobación masiva de los lectores en todos los países donde se ha publicado, además de galardones como el Premio Whitbread y el Premio de la Commonwealth al Mejor Primer Libro. Su protagonista, Christopher Boone, es uno de los más originales que han surgido en el panorama de la narrativa internacional en los últimos años, y está destinado a convertirse en un héroe literario universal de la talla de Oliver Twist y Holden Caulfield. A sus quince años, Christopher conoce las capitales de todos los países del mundo, puede explicar la teoría de la relatividad y recitar los números primos hasta el 7.507, pero le cuesta relacionarse con otros seres humanos. Le gustan las listas, los esquemas y la verdad, pero odia el amarillo, el marrón y el contacto físico. Si bien nunca ha ido solo más allá de la tienda de la esquina, la noche que el perro de una vecina aparece atravesado por un horcón, Christopher decide iniciar la búsqueda del culpable. Emulando a su admirado Sherlock Holmes —el modelo de detective obsesionado con el análisis de los hechos—, sus pesquisas lo llevarán a cuestionar el sentido común de los adultos que lo rodean y a desvelar algunos secretos familiares que pondrán patas arriba su ordenado y seguro mundo.

"Éste no va a ser un libro gracioso. Yo no sé contar chistes ni hacer juegos de palabras porque no los entiendo. He aquí uno, a modo de ejemplo. Es uno de los de Padre.
             
               El capitán dijo: «¡Arriba las velas!, y los de abajo se quedaron sin luz.

          Sé por qué se supone que es gracioso. Lo pregunté. Es porque la palabra velas tiene dos significados, que son: 1) pieza de tela que tienen los barcos, y 2) cilindro de cera que se emplea para alumbrar.
         Si trato de decir esta frase haciendo que la palabra signifique dos cosas distintas a la vez, es como si escuchara dos piezas distintas de música al mismo tiempo, lo cual es incómodo y confuso, no agradable como el ruido blanco. Es como si dos personas te hablaran a la vez sobre cosas distintas.
         Y por eso en este libro no hay chistes ni juegos de palabras".

(Páx. 15)


         "La gente me provoca confusión.
         Eso me pasa por dos razones principales.
         La primera razón principal es que la gente habla mucho sin utilizar ninguna palabra. Siobhan dice que si uno arquea una ceja puede querer decir montones de cosas distintas. Puede significar “quiero tener relaciones sexuales contigo” y también puede querer decir “creo que lo que acabas de decir es una estupidez”.
         Siobhan también dice que si cierras la boca y expeles aire con fuerza por la nariz puede significar que estás relajado, o que estás aburrido o que estás enfadado, y todo depende de cuánto aire te salga por la nariz y con qué rapidez y de qué forma tenga tu boca cuando lo hagas y de cómo estés sentado y de lo que hayas dicho justo antes y de cientos de otras cosas que son demasiado complicadas para entenderlas en sólo unos segundos.
         La segunda razón principal es que la gente con frecuencia utiliza metáforas. He aquí ejemplos de metáforas

         Se murió de risa
         Era la niña de sus ojos
         Tenían un cadáver en el armario
         Pasamos un día de mil demonios
         Tiene la cabeza llena de pájaros

         La palabra metáfora significa llevar algo de un sitio a otro, y viene de las palabras griegas meta (que significa de un sitio a otro) y ferein (que significa llevar), y es cuando uno describe algo usando una palabra que no es literalmente lo que describe. Es decir, que la palabra metáfora es una metáfora.
         Yo creo que debería llamarse mentira porque no hay días de mil demonios y la gente no tiene cadáveres en los armarios. Cuando trato de formarme una imagen en mi cabeza de una de estas frases me siento perdido porque una niña en los ojos de alguien no tiene nada que ver con que algo le guste mucho y te olvidas de lo que la persona decía.
         Mi nombre es una metáfora. Significa “que lleva a Cristo” y viene de las palabras griegas cristo (que significa Jesucristo) y ferein, y fue el nombre que le pusieron a san Cristóbal porque cruzó un río llevando a Jesucristo.
         Eso te hace pensar en cómo se llamaría Cristóbal antes de cruzar el río con Jesucristo a cuestas. Pero no se llamaba de ninguna manera porque ésa es una historia apócrifa, lo cual significa que es, también, una mentira.
         Madre solía decir que Christopher era un nombre bonito, porque es una historia sobre ser amable y servicial, pero yo no quiero que mi nombre se refiera a una historia sobre ser amable y servicial. Yo quiero que mi nombre se refiera a mí".

(Páx. 23 - 24)




         "Terry, que es el hermano mayor de Francis, que va a la escuela, dijo que yo sólo encontraría trabajo de recogedor de carritos en el supermercado o de limpiador de mierda de burro en una reserva de animales y que a los tarados no les dejaban pilotar cohetes que cuestan billones de libras. Cuando le dije eso a Padre, dijo que Terry tenía celos de que yo fuera más listo que él. Lo cual era una idea estúpida, porque lo nuestro no era una competición. Pero Terry es estúpido, así que quod erat demonstrandum, que en latín quiere decir “Que es la cosa que iba a demostrarse”, es decir, “Que prueba lo dicho”."

(Páx. 35 – 36)



         "Los niños de mi colegio son estúpidos. Pero se supone que no he de llamarlos estúpidos, ni siquiera aunque sea eso lo que son. Se supone que he de decir que tienen dificultades de aprendizaje o que tienen necesidades especiales. Pero eso es estúpido, porque todo el mundo tiene dificultades de aprendizaje, porque aprender a hablar francés o entender la relatividad es difícil. Y todo el mundo tiene necesidades especiales, como Padre, que tiene que llevar siempre encima una cajita de pastillas de edulcorante artificial que echa al café para no engordar, o la señora Peters, que lleva en el oído un aparato de color beis para oír mejor, o Siobhan, que lleva unas gafas tan gruesas que si te las pones te dan dolor de cabeza, y ninguna de esas personas son de Necesidades Especiales, incluso aunque tengan necesidades especiales.
         Pero Siobhan dijo que teníamos que utilizar otras palabras porque a los niños del colegio la gente solía llamarlos cortos y bilis y memos, que eran palabras muy feas. Pero eso también es una estupidez porque a veces los niños de la escuela de un poco más allá de nuestra calle nos ven al bajar del autocar y nos gritan “¡Necesidades especiales! ¡Necesidades especiales!”. Pero yo no hago caso porque no escucho lo que dicen las demás personas y a palabras necias oídos sordos y llevo conmigo mi navaja del Ejército Suizo y si me pegan y yo los mato será en defensa propia y no iré a la cárcel".

(Páx. 56)



         "Y demuestra que algo llamado la navaja de Occam es cierto. Y la navaja de Occam no es una navaja con la que los hombres se afeitan sino una ley, y dice

              Entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem.

         Que es latín y significa

              No ha de presumirse la existencia de más cosas que las absolutamente necesarias.

         Lo que significa que a una víctima de asesinato la mata habitualmente alguien conocido y que las hadas están hechas de papel y que uno no puede hablar con alguien que está muerto".
(Páx. 110)


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