23/01/15

Ciudad de las almas perdidas - Páx. 99

CLARE, Cassandra. Cazadores de sombras 5. Ciudad de las almas perdidas. Barcelona: Ed. Destino, 2012. ISBN 978-84-08-00812-5.

Contracuberta:
Jace es ahora un sirviente del mal, vinculado a Sebastian por toda la eternidad. Sólo un pequeño grupo de Cazadores de Sombras cree posible su salvación. Para lograrla, deben desafiar al Cónclave, y deben actuar sin Clary. Porque Clary está jugando a un juego muy peligroso por su propia cuenta y riesgo. Si pierde, el precio que deberá pagar no consiste tan solo en entregar su vida, sino también el alma de Jace. 
Clary está dispuesta a hacer lo que sea por Jace, pero ¿puede seguir confiando en él? ¿O lo ha perdido para siempre? ¿Es el precio a pagar demasiado alto, incluso para el amor?

"A sus pies había un vaso hecho añicos, y el agua empapaba la alfombra gris.
Todo el color le había desaparecido del rostro, y se había quedado blanca como la cal. Estaba mirando fijamente al otro lado de la sala, e incluso antes de volver la cabeza, Clary ya supo qué estaba viendo.
A su hijo.
Sebastian estaba apoyado en la pared del salón, cerca de la puerta, sin ninguna expresión en su rostro anguloso. Entrecerró los párpados y miró a Jocelyn a través de las pestañas. Algo en su postura, en su aspecto, podría haber salido de la foto de un Valentine de diecisiete años que Hodge había tenido.
—Jonathan —susurró Jocelyn.
Clary se quedó inmóvil; igual que Jace cuando llegó corrindo por el pasillo, y vio la escena que tenía ante sí y se detuvo de golpe. Jace tenía la mano izquierda sobre el cinturón de las armas, sus delgados dedos estaban a varios centrímetros del mango de una de sus dagas; Clary sabía que tardaría menos de un segundo en desenvainarla.
—Ahora me llaman Sebastian —respondió—. Decidí que no me interesaba conservar el nombre que me disteis mi padre y tú. Ambos me habéis traicionado, así que preferiría no tener relación con vosotros.
El agua caída del vaso roto iba formando un círculo oscuro a los pies de Jocelyn, que dio un paso adelante, mirando el rostro de Sebastian con ojos escrutadores.
—Creía que estabas muerto —susurró—. Muerto. Vi tus huesos convertirse en cenizas.
Sebastian la miró con los ojos negros entrecerrados.
—Si fueras una madre de verdad —replicó—, una buena madre, habrías sabido que estaba vivo. Una vez hubo un hombre que dijo que las madres llevaban con ellas durante toda la vida la llave de nuestras almas. Pero tú tiraste la mía.
Jocelyn hizo un sonido gutural".

Le aquí os dous primeiros capítulos.

Web oficial de Cazadores de sombras en español.

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